La importancia de la concienciación en ciberseguridad para proteger tu negocio
Por Óscar Bellanato, Director de Operaciones en Ingefor
¡Hola a todos! Soy Óscar Bellanato, Director de Operaciones en Ingefor, y he estado trabajando en el ámbito de la ciberseguridad desde hace bastantes años. A lo largo de mi trayectoria, he tenido la oportunidad de colaborar con numerosas empresas de diferentes sectores, ayudándolas a blindar sus sistemas y, sobre todo, a formar a sus empleados. Es decir, mi rol principal ha sido impulsar la concienciación en ciberseguridad (también llamada sensibilización en ciberseguridad) en organizaciones de todo tipo: desde pequeñas startups hasta grandes multinacionales.
La razón de que hoy me anime a escribir este artículo tan extenso (y prometo que no os aburriré) es que, tras un largo recorrido, me he dado cuenta de que muchos de los problemas de seguridad que afectan a las empresas se pueden prevenir con algo tan sencillo y a la vez tan complejo como la formación. Queremos que las personas que forman parte de una organización sepan reconocer un correo de phishing cuando lo ven, entiendan por qué no deben descargar archivos adjuntos de procedencia sospechosa o usen contraseñas seguras para sus cuentas corporativas.
En estas líneas, voy a exponer mi visión sobre la concienciación en ciberseguridad, qué significa realmente, y cómo impacta positivamente en el tejido empresarial. Además, compartiré experiencias propias de mi trabajo en Ingefor, junto con recomendaciones basadas en artículos de nuestra web que profundizan en este tema y que, sinceramente, os animo a visitar para seguir aprendiendo.
Mi objetivo es que, tras leer este artículo, tengáis claro por qué la formación de vuestros colaboradores es la piedra angular de la seguridad digital y cómo, a través de una plataforma de concienciación en ciberseguridad como la que ofrecemos en Ingefor, podéis dar un salto de calidad en la protección de vuestro negocio.
¿Qué es exactamente la concienciación en ciberseguridad?
La concienciación en ciberseguridad o sensibilización en ciberseguridad es el proceso mediante el cual se dota a los miembros de una organización empleados, directivos y colaboradores externos de los conocimientos y habilidades necesarios para reconocer, prevenir y responder de manera adecuada ante los diferentes riesgos y amenazas digitales. Hablar de concienciación no es solo informar, sino, sobre todo, cambiar conductas.
En definitiva, no sirve de nada repartir manuales o hacer una sesión teórica si luego las personas no aplican lo aprendido en su día a día. Por ello, la mejor estrategia de formación como hemos comprobado en Ingefor combina teoría con práctica, simulaciones y la participación activa de los empleados. De ese modo, conseguimos que la cultura de la seguridad se arraigue de verdad en la organización.
La concienciación en ciberseguridad comprende diversos aspectos:
- Reconocer posibles correos de phishing.
- No caer en engaños de ingeniería social.
- Utilizar contraseñas seguras y renovarlas periódicamente.
- Evitar la descarga de archivos o software de procedencia no confiable.
- Adoptar buenas prácticas de navegación y uso de dispositivos móviles.
- Conocer los protocolos de actuación en caso de brecha de seguridad.
Estos son solo algunos ejemplos. Cualquier persona de la organización, desde el becario que se acaba de incorporar hasta el propio CEO, está expuesta a los mismos riesgos. Una contraseña compartida, un clic en el enlace equivocado o una información divulgada sin precaución pueden poner en jaque toda la operación. Y es que, como suelo decir en mis charlas: “En ciberseguridad, la cadena de protección es tan fuerte como su eslabón más débil”.
Los riesgos digitales actuales: phishing, ransomware y otras amenazas
Para entender mejor la importancia de la sensibilización en ciberseguridad, conviene repasar brevemente las amenazas más comunes que acechan a nuestros negocios hoy día.
- Phishing: Es, sin lugar a dudas, una de las técnicas más utilizadas por los ciberdelincuentes. Consiste en el envío de correos electrónicos, mensajes de texto o incluso llamadas telefónicas fraudulentas que buscan engañar al usuario para que revele información sensible (contraseñas, números de tarjeta, etc.) o realice acciones perjudiciales (descargar un archivo con malware, por ejemplo).
- Ransomware: Este tipo de malware cifra los archivos de la víctima y exige el pago de un rescate (generalmente en criptomonedas) a cambio de restaurar el acceso. Es tan devastador que ha llevado a la quiebra a organizaciones que no disponían de buenas copias de seguridad o planes de contingencia.
- Ingeniería social: Incluye todo tipo de engaños que se basan en la manipulación psicológica. De hecho, el phishing es un tipo de ingeniería social, pero también encontramos otros ejemplos como el pretexting (hacerse pasar por alguien de confianza para obtener información) o el tailgating (colarse en áreas restringidas aprovechando la distracción de un empleado).
- Ataques a la cadena de suministro: Cada vez es más habitual que los ciberdelincuentes intenten atacar a proveedores o socios comerciales, pues saben que, a través de ellos, pueden llegar a grandes empresas con altos recursos.
- Fugas de datos: La falta de cuidado en el manejo de información sensible puede ocasionar que datos confidenciales terminen en manos de la competencia o de ciberdelincuentes que quieran venderlos en la dark web.
La concienciación en ciberseguridad se centra en mostrar a cada persona de la organización cómo identificar estas amenazas y, sobre todo, cómo actuar cuando se presenten. Ese componente de actuación o respuesta es clave, pues de nada sirve reconocer un ataque si, en la práctica, no sabemos qué pasos dar para detenerlo o mitigarlo.
De la teoría a la práctica: La simulación de phishing
Uno de los recursos más eficaces que tenemos para medir y mejorar el grado de sensibilización en ciberseguridad es la simulación de phishing. En Ingefor, hemos diseñado y puesto en marcha programas de simulación donde enviamos correos de prueba a los empleados de una empresa. Estos correos recrean de forma muy realista situaciones de phishing habituales. La intención es ver cuántas personas “pican”, cuántas reportan el correo como sospechoso o cuántas ignoran el mensaje.
Estas simulaciones, tal y como explicamos en nuestro artículo “Simulación de phishing: la estrategia clave para proteger tu empresa contra los ciberataques”, resultan muy valiosas, porque nos permiten:
- Obtener un diagnóstico real de la vulnerabilidad de la organización frente a ataques de ingeniería social.
- Identificar áreas de mejora o perfiles de usuario que requieren formación adicional.
- Reforzar los hábitos correctos: reportar correos sospechosos, verificar la identidad del remitente, etc.
- Generar una cultura de autoconciencia y autoprotección.
Este paso de la teoría a la práctica de simplemente “contar” qué es un phishing a demostrarlo con un ejercicio real es fundamental. En mi experiencia, los resultados de la primera simulación suelen ser un jarro de agua fría: en ocasiones, el porcentaje de empleados que caen en la trampa supera el 30-40%. Sin embargo, tras la formación y las simulaciones recurrentes, esa cifra disminuye de forma notable, llegando incluso a porcentajes mínimos que demuestran la efectividad de la concienciación continua.
¿Por qué invertir en la sensibilización en ciberseguridad?
Llegados a este punto, quizá os preguntéis: “Vale, esto de la formación está muy bien, pero, ¿de verdad aporta un retorno de la inversión (ROI) positivo?” La respuesta corta es sí, y la larga la veremos en detalle a continuación. En nuestra experiencia en Ingefor, hemos identificado al menos cinco grandes beneficios que se derivan de un plan bien estructurado de concienciación en ciberseguridad:
- Reducción de riesgos
Con empleados mejor informados, el número de incidentes se reduce drásticamente. Al fin y al cabo, muchos ataques exitosos tienen su origen en “el error humano”. Si logramos mitigar ese error mediante la formación continua, estaremos cerrando una de las puertas más populares para los ciberdelincuentes. - Protección de datos sensibles
Una buena cultura de seguridad evita fugas de información confidencial y, con ello, salvaguarda la reputación de la empresa. Imagine el impacto económico y legal que puede tener la filtración de datos de clientes o información estratégica. Adoptar prácticas de ciberseguridad sólidas reduce exponencialmente la probabilidad de que algo así suceda. - Ahorro de costos
Prevenir incidentes cibernéticos es mucho más rentable que intentar repararlos. Los rescates de ransomware pueden llegar a ser astronómicos, sin contar la paralización de la actividad y la pérdida de ingresos. Por tanto, cada euro invertido en formación y concienciación en ciberseguridad se multiplica en términos de ahorro futuro. - Cumplimiento de normativas
La normativa en materia de protección de datos y ciberseguridad se ha endurecido en los últimos años (hablamos, por ejemplo, del RGPD en Europa y de otras leyes sectoriales). Asegurar que nuestros empleados conocen y cumplen estas leyes evita sanciones e impide que incurramos en responsabilidades legales. - Mejora de la reputación
Nada genera más confianza en clientes y socios que saber que sus datos y sus transacciones están protegidos. Si una compañía demuestra que invierte en concienciación y adopta mejores prácticas de seguridad, está enviando un mensaje de responsabilidad y seriedad al mercado.
Nuestra plataforma de concienciación en ciberseguridad
Si me permitís el inciso publicitario pero que creo es muy relevante, en Ingefor contamos con una plataforma de concienciación en ciberseguridad que integra formación teórica, ejercicios prácticos y simulaciones (como la de phishing) en un entorno amigable. Esta plataforma (sobre la que podéis leer más en nuestro artículo Plataforma de Concienciación en Ciberseguridad de Ingefor) no solo muestra los contenidos de manera clara y ordenada, sino que además:
- Permite personalizar la experiencia de aprendizaje en función del perfil del usuario, su nivel de conocimientos y las necesidades de la empresa.
- Ofrece informes y métricas para que los responsables de seguridad puedan medir el progreso, detectar puntos débiles y reforzar la formación cuando sea necesario.
- Cuenta con actualizaciones permanentes, de modo que el contenido evoluciona a la par que las amenazas.
- Facilita la gamificación, haciendo que la formación sea entretenida y motivadora para los empleados.
Al final, creemos que la formación no debe ser un castigo o un trámite burocrático, sino una oportunidad de crecimiento personal y profesional. Además, nos gusta recalcar que la mejora en la concienciación no se logra de la noche a la mañana: requiere constancia y un plan de formación continua. Nuestra plataforma, por tanto, se convierte en el aliado perfecto para lograr ese objetivo.
Consejos para implantar con éxito la sensibilización en ciberseguridad
A lo largo de los años, he podido observar qué distingue a las empresas que triunfan en su estrategia de concienciación en ciberseguridad de aquellas que se quedan a medio camino. Me gustaría compartir, a continuación, algunas pautas clave:
- Compromiso de la dirección
La ciberseguridad no puede ser vista como un asunto exclusivo del departamento de TI. Si la dirección de la empresa no respalda el programa de concienciación, los empleados lo percibirán como algo secundario y no le prestarán la atención necesaria. Por tanto, es vital que el liderazgo se implique en dar ejemplo. - Formación adaptada a cada rol
No todos los empleados necesitan el mismo nivel de profundidad. Un programador requerirá conocimientos técnicos para el desarrollo seguro de software, mientras que un comercial debe estar más atento a correos y enlaces maliciosos. Ofrecer formación personalizada aumenta la efectividad y el interés. - Simulaciones periódicas y actualizadas
Como decíamos, la simulación de phishing (u otros tipos de ataques) es una herramienta muy poderosa. Pero no basta con hacerla una vez y olvidarse. Hay que repetirla de manera regular y con modelos de ataques renovados para que las personas no se acostumbren a un solo tipo de táctica. - Refuerzo positivo
Muchas veces, se castiga al que falla y se olvida motivar al que lo hace bien. Reconocer y premiar las buenas prácticas mejora el clima de aprendizaje. Además, cuando los empleados ven que sus logros son valorados, se esfuerzan por seguir mejorando. - Comunicación interna constante
Mantener a la gente al tanto de las novedades en ciberseguridad, los últimos intentos de ataques que se han neutralizado o las anécdotas de otras empresas que han sido víctimas de ciberdelincuentes ayuda a que nadie baje la guardia. Boletines, paneles informativos y correos periódicos pueden funcionar de maravilla.
Cómo la concienciación en ciberseguridad ayuda a cumplir la normativa
Uno de los puntos que más preocupa a las empresas de todos los tamaños es el cumplimiento normativo. Con la llegada del RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) en Europa y otras normativas internacionales y locales, las organizaciones se han visto obligadas a extremar las precauciones en el tratamiento de datos personales y corporativos.
Para cumplir con estas leyes, no basta con tener sistemas tecnológicos punteros y llenos de “parches de seguridad”. Necesitamos, además, que las personas encargadas de manipular esos datos comprendan sus obligaciones legales y las buenas prácticas. En caso de producirse una brecha de seguridad (lo que en inglés se conoce como data breach), las autoridades suelen investigar si la empresa tenía implantados protocolos de formación y concienciación, entre otros mecanismos de protección.
En mi experiencia, he visto casos en los que, gracias a la existencia de un plan robusto de sensibilización en ciberseguridad y a la documentación que lo respaldaba, la empresa logró evitar sanciones o, al menos, se redujo considerablemente su cuantía. Además, cumplir con la normativa no solo es obligatorio, sino que envía un mensaje de profesionalidad a clientes y proveedores, refuerza la imagen de marca y minimiza la probabilidad de costosos litigios.
Impacto real: Casos de éxito en empresas que apostaron por la sensibilización
Permitidme que comparta algunas anécdotas (sin nombres para respetar la confidencialidad) que ilustran el poder de la concienciación en ciberseguridad:
- Caso 1: La pyme que redujo sus incidentes un 80%
Una pequeña empresa de consultoría contrató nuestros servicios de concienciación y, tras un periodo de formación intensiva y simulaciones de phishing, el número de incidentes bajó a casi cero en menos de un año. Antes, recibían ataques de spam y phishing con bastante frecuencia, y algunos empleados habían facilitado credenciales en más de una ocasión. Gracias a la formación continua, aprendieron a detectar esos correos sospechosos y avisar al departamento de TI. - Caso 2: Evitar un ataque de ransomware gracias a un empleado alerta
En una mediana empresa del sector industrial, uno de los administrativos recibió un correo que aparentaba ser de un proveedor. El correo traía un archivo adjunto con supuesta información sobre un pedido pendiente. Afortunadamente, recordó la formación recibida y comprobó cuidadosamente la procedencia. Ante las primeras dudas, avisó a TI. Efectivamente, el fichero contenía ransomware. Si ese empleado no hubiese estado concienciado, la compañía podría haber perdido datos críticos y haberse visto obligada a pagar un rescate. - Caso 3: Adquisición de nueva clientela por imagen de marca
Una gran empresa de servicios financieros incluyó en sus argumentarios de venta y en su web la mención de que trabajaban con una robusta plataforma de concienciación en ciberseguridad (la de Ingefor, jeje). Al poco tiempo, notaron que las licitaciones que presentaban empezaban a ser mejor valoradas por los clientes, quienes apreciaban ese plus de seguridad. Lo que al principio veía la dirección como un simple “gasto” se convirtió en un claro factor diferencial y en un argumento de venta sólido.
Estas experiencias ilustran que la concienciación no es algo accesorio o meramente cosmético. Tiene un impacto real en la reducción del riesgo, en la protección de datos, en el ahorro de costos a largo plazo y en la mejora de la reputación corporativa.
La cultura de ciberseguridad: Un pilar estratégico
Si hay algo que he aprendido en todos estos años es que la concienciación en ciberseguridad no debe verse como un proyecto aislado o una moda pasajera, sino como un pilar estratégico del negocio. Del mismo modo que invertimos en marketing para darnos a conocer o en recursos humanos para atraer y retener talento, debemos invertir en crear y mantener una cultura de ciberseguridad que atraviese toda la organización.
Cuando hablo de cultura, me refiero a esos valores, principios y hábitos que se asimilan y se viven en el día a día. De nada sirve pregonar la seguridad si luego, en la práctica, los directivos no configuran el doble factor de autenticación en sus cuentas o, peor aún, comparten sus contraseñas con otros compañeros. Ese tipo de incoherencias minan la credibilidad del programa y hacen que los empleados no se tomen en serio la formación.
En cambio, cuando la cultura está bien arraigada, cada persona se convierte en una especie de “agente de seguridad”. El empleado X ve un comportamiento sospechoso y lo reporta. El jefe de proyecto Y advierte a un colaborador externo cuando envía un correo con demasiada información sensible en un adjunto. El CEO Z inicia cada reunión recordando la importancia de la seguridad en las operaciones. Y, así, todos aportan su granito de arena para mantener la empresa a salvo.
5 razones para concienciar a los empleados en ciberseguridad (y ninguna es prescindible)
Otro de nuestros artículos estrella en la web de Ingefor es el de “5 razones para concienciar a los empleados en ciberseguridad”. Y, siendo sincero, estas razones conectan mucho con lo que he vivido en primera persona:
- Los ataques cada vez son más sofisticados: Los ciberdelincuentes no paran de innovar. Cada día nace una nueva estrategia de engaño. Solo con formación continua podemos ir un paso por delante.
- La ingeniería social es el arma más peligrosa: Aunque existan firewalls, antivirus y sistemas muy potentes, la ingeniería social se salta esas barreras a través de la manipulación humana.
- El coste de un ataque es cada vez mayor: No solo económico, sino también reputacional. Y en un mercado competitivo, la reputación puede ser la diferencia entre el éxito y la quiebra.
- Las regulaciones se han endurecido: Ya lo hemos comentado. Las sanciones y las implicaciones legales de una brecha pueden ser muy serias.
- Fomentar la responsabilidad individual: Cada persona debe asumir su rol en la seguridad de la organización. Se acabó eso de “eso es cosa de informática”.
La combinación de estos factores hace imprescindible un enfoque global de sensibilización, donde todos y cada uno sepan qué hacer y cómo hacerlo.
El papel de la formación continua y la evaluación periódica
A menudo, me preguntan: “Óscar, ¿con un curso de dos horitas al año basta?” Y mi respuesta, quizá demasiado sincera, suele ser: “Por supuesto que no”. La concienciación en ciberseguridad no es una vacuna que se ponga una vez y te proteja de por vida. Hay que reforzarla periódicamente, adaptarla a los cambios tecnológicos y a las nuevas amenazas que van surgiendo.
En este sentido, recomiendo establecer un plan anual o semestral de formación, con hitos claros y metas medibles. Por ejemplo:
- Realizar un test inicial para conocer el nivel de los empleados.
- Impartir módulos formativos cortos (microlearning) para evitar la fatiga de grandes sesiones teóricas.
- Incluir un calendario de simulaciones de phishing y otros tipos de ataques.
- Reunir los resultados e impartir refuerzos formativos a quienes más lo necesiten.
- Compartir buenas prácticas y reconocimientos en boletines internos.
Todo ello medido con indicadores de desempeño (KPIs), como la tasa de apertura de correos maliciosos, la rapidez de reporte de posibles amenazas o la mejora en cuestionarios sobre ciberseguridad. Así, la organización puede evaluar de forma objetiva si está avanzando o si necesita reajustar la estrategia.
Superar resistencias: ¿Por qué algunas empresas no invierten en concienciación?
A pesar de que la evidencia y la experiencia nos indican que la formación en ciberseguridad ofrece grandes beneficios, todavía hay compañías que se muestran reticentes. Entre las razones más comunes están:
- Falta de presupuesto: Muchas pymes consideran que no pueden permitirse un plan de concienciación. Sin embargo, no siempre es tan costoso si se comparan los riesgos de no hacerlo.
- Desconocimiento: Algunos empresarios aún piensan que la ciberseguridad consiste únicamente en instalar un antivirus y un firewall. No entienden que el factor humano es crucial.
- Subestimación del riesgo: Creen que “a mí no me va a pasar” o que los ciberdelincuentes solo apuntan a grandes corporaciones. La realidad demuestra que nadie está exento.
- Falta de tiempo: Dicen que los empleados están ocupados y no pueden dedicar horas a formación. Pero, si sufrimos una brecha, el tiempo que se pierde en reparar daños es mucho mayor.
Para contrarrestar estas resistencias, mi recomendación es presentar datos concretos de incidentes que han ocurrido en el sector o incluso en la propia empresa. Además, hacer un cálculo de retorno de la inversión puede convencer a las direcciones más escépticas. Hoy por hoy, la concienciación no es un “extra”, sino un componente esencial de la estrategia corporativa.
Conclusiones y recomendaciones finales
Antes de poner el punto y final a este artículo (que espero os haya resultado ameno, a pesar de su extensión), quiero recalcar algunos mensajes clave:
- La concienciación en ciberseguridad es la base de la protección empresarial. Por muy buenos que sean nuestros sistemas de seguridad, si la gente no sabe usarlos adecuadamente o no es consciente de los riesgos, estaremos siempre en peligro.
- El factor humano puede ser el mayor eslabón débil o la mejor defensa. Todo depende de la formación y la cultura que fomentemos en la organización.
- Invertir en sensibilización en ciberseguridad es rentable a largo plazo. Reduce riesgos, evita fugas de información, ahorra costes en incidentes, cumple normativas y mejora la reputación corporativa.
- Una plataforma de formación continua e inteligente marca la diferencia. En Ingefor, hemos invertido grandes esfuerzos en desarrollar una solución completa que ofrezca formación teórica, simulaciones, métricas y refuerzos adaptativos.
- La concienciación es un proceso continuo. Las amenazas evolucionan, y nosotros debemos hacerlo al mismo ritmo. Un curso puntual no es suficiente; necesitamos un plan integral que se revise periódicamente.
- El liderazgo debe predicar con el ejemplo. Si los directivos no están alineados con la cultura de ciberseguridad, será complicado que el resto de la organización lo esté.
En estos últimos años, he visto de todo: desde empresas que lloraban desesperadas tras pagar rescates en bitcoins hasta otras que se levantaron triunfantes después de neutralizar un ataque grave. Y, en la mayoría de los casos, la diferencia estuvo en el factor humano, en esa sensibilización en ciberseguridad que había o no implantada.
Mi invitación es clara: no subestiméis el poder de la educación y la cultura de seguridad. Y si tenéis dudas o necesitáis una mano amiga en este camino, en Ingefor estaremos encantados de ponernos a vuestro servicio. Nuestra Plataforma de Concienciación en Ciberseguridad está diseñada precisamente para atender estas necesidades formativas de forma amena, constante y eficaz.
Recordad que el mayor activo de una empresa son sus personas. Formadlas, sensibilizadlas, empoderadlas y veréis cómo se convierten en vuestros mejores aliados contra las amenazas digitales. Nos vemos pronto en el siguiente reto de la ciberseguridad. ¡Un abrazo virtual y a seguir protegiendo vuestros negocios!
Óscar Bellanato
Director de Operaciones en Ingefor
Experto en ciberseguridad, apasionado de las nuevas tecnologías y de la transformación cultural en las organizaciones. Desde mi posición en Ingefor, me dedico a ayudar a empresas de todos los tamaños a incorporar la concienciación en ciberseguridad como un pilar estratégico para proteger sus datos, a sus clientes y, en definitiva, su futuro. Si queréis profundizar más, os invito a visitar nuestro blog donde encontraréis artículos como “Qué es el phishing: Tipos, consecuencias y prevención” o “Simulación de phishing: la estrategia clave para proteger tu empresa contra los ciberataques”. ¡Estaremos encantados de asesoraros en lo que necesitéis!